Estudiar música y danza en nuestros centros educativos tienen como principal objetivo la formación musical y artística de niños, jóvenes y adultos de todos los niveles, tendencias y estilos.
Los principales beneficios que tiene la educación musical a través del estudio de un instrumento, de la participación en las agrupaciones instrumentales y vocales y las distintas actividades de iniciación musical son:
MEJORA LA ATENCIÓN Y EL APRENDIZAJE. Interpretar música requiere atender varios aspectos a la vez como el tono, el ritmo, el tiempo, duración y expresividad.
INCREMENTA LA CAPACIDAD DE MEMORIZACIÓN Y CONCENTRACIÓN. Estimular el cerebro hace que crezcan nuevas conexiones entre neuronas.
DESARROLLA LA COORDINACIÓN. Tocar un instrumento e incluso moverse con la música requiere mucha coordinación de manos, pies, respiración y ritmo.
MEJORA LA EXPRESIÓN DE LAS EMOCIONES Y FACILITA LA COMUNICACIÓN. Sirve para expresar sentimientos y liberar emociones. Estimula la inteligencia emocional.
MEJORA LA SOCIABILIZACIÓN.
FOMENTA EL SENTIDO DE LA RESPONSABILIDAD. Proporciona un sentido de la constancia, superación personal, del aprendizaje, de la responsabilidad y del trabajo en equipo.
La práctica de una especialidad de Danza beneficia:
AL DESARROLLO FÍSICO DEL CUERPO. Control del cuerpo y mejora de la coordinación, el equilibrio, los reflejos y el control espacial.
DESARROLLA LA EXPRESIÓN CORPORAL, EL OÍDO Y LA MEMORIA.
FOMENTA LA CREATIVIDAD, LA IMAGINACIÓN Y LA COMUNICACIÓN.
AYUDA A ADQUIRIR HABILIDADES SOCIALES. Aporta beneficios personales, sociales y emocionales. Fortalecen la confianza y se fomenta el trabajo en equipo.
ENSEÑA DISCIPLINA TANTO FÍSICA COMO MENTAL.